Peces

Asì inicia la obra que al fin, con buen motivo, terminaré de escribir.

Si existe en algún lugar un túnel de dos metros de alto, por dos metros de diámetro, seria usado para la representación del texto siguiente. Pero los actores no están limitados a estar sólo dentro de éste. El espacio de representación debe ser esférico. Encontraríamos allí dos cuerpos: una pareja abatida por el juego de amar. Que se palpan sobre la ceguera de la oscuridad. Lentamente todo se va esclareciendo, las figuras que antes eran ininteligibles; ahora son remplazada por imágenes perfectas de cuerpos en busca de intensidad. Una luz, lo bastante fuerte para irrumpir la pasión, se abre paso entre los dos. Un umbral se abre, los personajes se detienen ante él.

COREL. Ayer soñé.

UNIX. Tú no sueñas. Yo estuve sola. Me acosté con un Sol celoso a espaldas de una torre o montaña que alguna vez fue hombre.

COREL. Soñé que salí y hablé con todos. Escuché y vi personas diferentes. Una mujer me acompaño en la orilla de la tarde, me ofrecía todo si la veía nacer y descubrirse en la noche (Unix acerca su rostro al de COREL. Con angustia lo mira. De sus bocas el mismo aliento de colores, esta vez el azul, color predilecto de los celos)

UNIX. ¿La besaste?

COREL. Me acerqué a su rostro, abrí sus labios con los míos, pero lo demás fue un recuerdo. Con una lágrima en la boca le hablé de ti. Ella me mostró miles de hojas, entonces grité tu nombre porque siempre dices que estoy hecho de hojas.

UNIX. ¿Te besó?

COREL. Abrió su boca, dejo caer la lágrima; ese fue el único golpe. Levanto una taza donde me ofrecía la verdad, la acercó a sus labios, me miró fijamente mientras absorbía todos mis pesares. En aquel momento sólo los besos me resultaron etéreos, y no las palabras. Y tú me despertaste para contarme no sé qué.

UNIX. Que estuve sola, caminé a mi cita con el horizonte. Sola por los pasillos. Que hoy me entrego a las nubes y seré nueva como la variedad de formas que ocupan el cielo cada minuto.

Comentarios

  1. Hola Robert, te habla tu mismo, o mejor dicho me hablo yo mismo. Te escribo para animarte a ti mismo, que es lo mismo que animarme a mi mismo. Y suerte para ti, o para mi. De parte de mi, o de ti.

    Un abrazo enorme para mi. (qué cosa tan ridicula)

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  2. ¿Estabas aburrido entonces, para escribir eso? Bueno. Ya ni se sabe contigo.
    Esta muy lindo lo de la obra que piensas escribir. Espero que todo ande bien, y que hayas podido compartir su día.
    Un beso

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