Obra Original de Alfonso Sastre
MANFRED. - ¿A qué han venido? Me gustaría saberlo. Resultaría curioso pensar que ni ustedes mismos lo saben Y tú, ¿qué quieres?
JOSCHUA. - ¿Hablabas con alguien?
MANFRED. - Hay muchos que me observan.
JOSCHUA. - Cómo puedes decir eso, estamos solos. ¿Ves completamente solos?
MANFRED. - Solos, sin embargo es como si la humanidad entera me contemplara esta noche. Sé que me contemplan, oigo sus risas… escucha.
JOSCHUA. - No oigo nada, es mucho más sencillo. Tienes fiebre.
MANFRED. - ¿Fiebre yo?
JOSCHUA. - Estás asustado y empiezas a preocuparte. Deliras. La fiebre nos hace ver cosas que no existen. Pero no te preocupes ahora estoy yo aquí, nada tienes que temer.
MANFRED. - Bueno, y ahora, ¿qué piensas hacer conmigo? Estoy enfermo apenas puedo andar.
JOSCHUA. - ¿No te habías dado cuenta de eso hasta ahora?
MANFRED. - No pero tú me lo has dicho, es verdad.
JOSCHUA. - ¿De dónde eres? ¿Qué haces aquí?
MANFRED. - Deja que lo recuerde. Iba andando he visto dos caminos (reflexiona) Entonces me he sorprendido llorando. No sé como decirlo una sensación… Y ya no podía dar un paso. “Estoy cansado”, es lo único que se me ha ocurrido pensar…, y me he tendido aquí. Luego... intentaba dormir, y alguien…, no sé quien…, me ha despertado.
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