Publicado en el listín diario 8/6/2007
Los estudios teatrales eran vistos hasta hace unos años como algo extraño. Hoy es gratificante ver una gran cantidad de estudiantes moverse en el edificio que alberga la Escuela de Bellas Artes de Santo Domingo, en la calle César Nicolás Pénson esquina Ricardo Robles. Jóvenes llenos de inquietudes y con talento natural encuentran en la Escuela Nacional de Teatro el espacio propicio para desarrollar su vocación.
Al igual que muchas otras escuelas de arte del país, la de teatro se encuentra en un proceso de cambios que la harán mejorar su propuesta a la sociedad. "Esta escuela constituye el alma máter de la formación teatral en el país", afirma María Castillo, su directora, que asegura además que casi todos los nombres de las grandes figuras del teatro dominicano en los últimos 50 años han salido de allí.
Hoy, cuando la televisión, los comerciales y nuestro incipiente cine requieren actores, a la escuela se llegan jóvenes que aspiran a desarrollarse en el milenario arte de la actuación. Pero la enseñanza en este centro de estudios no solo prepara a los estudiantes en el trabajo actoral, sino que va más allá. "La escuela es un organismo vivo", ilustra Castillo, quien recuerda que en el pasado no se instruía al estudiante de teatro en los otros elementos que conforman el montaje de una pieza, tales como las luces, la escenografía, vestuario y maquillaje, aspectos que hoy son incluidos en las asignaturas que se ofrecen.
"Las escuelas deben revisarse todo el tiempo, revisar los planes de estudio y adaptarse a los tiempos", comenta la también directora teatral, que ha sido testigo de muchos de los cambios que ha sufrido la institución, ya que ha estado cerca de ella por más de 30 años. En los meses de junio y julio del presente año, el pénsum cambiará, y si antes la escuela recibía estudiantes cada septiembre, ahora los que deseen seguir los pasos de Ivan García, Pepito Guerra y Moniná Solá tendrán el chance de entrar cada semestre.
La Escuela Nacional de Teatro se reinventa
Las escuelas de arte son organismos que reflejan el nivel de una sociedad y, en ese sentido, la Escuela Nacional de Teatro es fruto de la que todos somos parte. "Dentro de esta sociedad, esta escuela funciona", dice la actriz y directora de teatro María Castillo, al hablar de la institución que dirige.Castillo ha sido testigo de muchos de los cambios que ha sufrido la escuela en los últimos 30 años, ya que desde que inició sus estudios de arte dramático, siendo una adolescente, siempre ha estado cerca.
Hoy ese mismo centro de estudios se encuentra en un proceso de reestructuración, y la veterana mujer del teatro ve con buenos ojos esas transformaciones. "La escuela responde porque se revisa periódicamente, es un organismo vivo", sigue diciendo la artista formada en el Academia de Arte Teatral Lunacharski de Moscú.
Los cambios
Hace un año se hizo una reforma total donde además de cambiar el pénsum se redujeron los años lectivos, de tres a dos. El período de ajuste que vive la institución espera ser completado entre el presente mes de junio y el próximo julio, cuando los estudiantes que cursan el pénsum viejo hayan terminado y todos los docentes se rijan por el recién estrenado programa de estudios. ( leer más...)
¿EL MINERALISMO VA A LLEGAR? Actualizado: La noche que Arrabal por poco se vence con todo y mesa (Gracias a Campillo por cierto que no fue así) aquella noche, repetimos, nuestro amado poeta estaba un poco contento -por no decir más que ebrio- y lo que en realidad quiso decir es "El Milenarismo va a llegar" esta doctrina -muy popular en los ochenta- dice que Jesús volverá a la tierra y tendrá una reinado de mil años antes del juicio final. Más información en la entrada de Wikipedia: ¿Qué es el Milenarismo? Por ahora, aparte de contarte qué es el mineralismo, también aprovechamos para hablar un poco de Arrabal Fernando Arrabal nació en Melilla en agosto de 1932. Aprendió a leer y a escribir en Ciudad Rodrigo (Salamanca) (premio nacional de «superdotado» a los diez años) y realizó sus estudios universitarios en Madrid. Siendo un niño sufrió la misteriosa despararición de su padre, condenado a muerte y después fugado. A causa de este trauma, como escribió el premio Nobel
Comentarios
Hace un tiempo leí un artículo en el cual se le preguntaba a Angel Hache acerca de la situación del teatro en este país y la Escuela de Arte Dramático, el concluía diciendo que la escuela no tiene razón de ser y que debe cerrarse, creo que no hay que ser muy inteligente para entender esta sentencia de Angel Haché cargada de un fatalismo que puede asombrar a muchos pero muy apegada a la realidad teatral de este país y a la situación de nuestra querida escuela falta de artistas en todas las areas de la misma, no, la escuela no estaba bien y no creo que los cambios mejoren la situación de la misma, porque ya hemos sentido las primeras ráfagas de los cambios y las cosas no parecen haber mejorado, solo basta con dar un paseo por la misma para darse cuenta de lo que estoy diciendo, y a ver si alguien puede decirme como se le debe llamar a ese sitio que se supone debe ser un lugar de creación, porque sinceramente parece todo menos eso.
El cambio (el puto, jodido y cabrón) debe comenzar por las autoridades de nuestra escuela, pasando por los profesores, las personas que dirigen el edificio, ESTUDIANTES, etc. si, me refiero a que nos vallamos todos y repensar esta escuela, a ver si logramos...
Volviendo al artículo, me parece bello, hermoso, cargado de un optimismo interesante, bien posado, koño ke maldito artículo, kizás si lo tuviera impreso en mis manos lo usara para limpiarme el culo con el, y si, quizás pertenesco a la clase teatrista canibal como llamó un profesor a los pesimistas como yo que para nosotros todo es negativo, pero hay muchas cosas que no entiendo, quizás es mejor no entenderlas y creerme que todo está bien y que los cambios si que resolverán nuestros problemas, como han resuelto hasta ahora nuestra situación,... por ahora mi único compromiso es con el teatro y es eso lo que deseo hacer sin que me importe un coño el gobierno, la escuela, los mastodontes del teatro dominikano, etc.