teatro buendia

Dramaturgias posibles en América Latina y el Caribe

Encuentro de Teatristas
Revista Conjunto (cuba)


Flora Lauten: Uno de los temas principales del espectáculo, las migraciones y exilios, se hace evidente al interior de Buendía. Actores que ya eran emblema del grupo, con un sentido, no solamente en el cuerpo, en el alma, sino en su cerebro, que tenían una manera de investigar, un día no estuvieron más. Quedaban tres actores conmigo. Tenía dos alternativas, decirme: "Bueno Flora, retírate ya, cumpliste sesenta años, una edad venerable. Haz otras cosas", o "Empieza de cero". En esos días había un huracán, marejadas muy fuertes. Yo vivo frente al mar y, de pronto, Yemayá me tiró frente a la casa un árbol seco. Me pregunté si sería una analogía de lo que ya soy, o si era un mensaje, un elemento para empezar a trabajar. Y Bacantes empieza por este árbol seco.

Abrí una convocatoria. Elegí once actores, algunos no tenían estudios de actuación, eran de grupos de aficionados, habían trabajado en otros grupos con otras búsquedas y sentidos totalmente distintos a los de Buendía.

Comencé por lo elemental, que es crear en el actor la certeza de que el trabajo del teatro es artesanal. Como no tenía elementos para empezar a trabajar, y lo que vendían en las tiendas eran sogas, compré sogas. Y las destripamos, comenzamos a crear con la soga polainas, pelucas, vestuario, y eso fue creando un sentido que puede parecer elemental, pero no lo es tanto. Todos los días llegábamos al teatro, hacíamos nuestro taller con la soga. Después creé un altar, porque también pienso que en el teatro hay factores indispensables como lo ritual, la fe en algo especial, y el altar tenía como condición que los actores tenían que traerle un regalo que tuviera que ver con la cultura griega. Muchos de estos once actores no se habían leído nunca a Eurípides, y eso los llevó a ir a los libros, las bibliotecas, a empezar a investigar quiénes eran los dioses del Olimpo. Todos los días aparecían distintos dioses, distintas ninfas, distintos sátiros. Empezamos a improvisar qué es un sátiro, qué es una ninfa, qué es un dios, quién es Semele, quién es Dionisio. Abrimos una investigación sonora con elementos como la piedra, la arena y el agua. Y empezaron a hacerse improvisaciones sonoras en este sentido. Se improvisaba sobre poemas de Safo, y lentamente comenzó a salir este tejido de acciones y movimientos, de carne, para los personajes que iban creando la dramaturgia de este espectáculo.

Al final se hizo un entrenamiento con ellos, de la piedra al actor, (esa piedra que ustedes están trayendo al altar tiene una historia, cuál es, cómo es la historia, cómo se traduce en una acción, cuál es el sentimiento qué esconde esa piedra, por qué matan las hermanas a Semele). Una serie de preguntas elementales eran necesarias para que el texto dejara de ser literatura y fuera carne.

Comentarios

  1. Ay Flora!
    Nunca desistas
    Un millon de espacios solo uno es Buendía
    Mil millones de escenas
    muy pocas están vivas y las más muertas sólo buscan fama y dinero
    Nunca desistas

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