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Mostrando entradas de septiembre, 2004

Santo Domingo

Lento, no correr siempre, ese es el impulso que tenemos, sin entender que caminando es como el hombre ha construido todo. Caminando con energía, no dejándose envolver en esa carrera hacía la nada. --Ya llegamos al espacio ¿Dejaremos de volar más alto? --Sería inútil, no hay nada más allá Silvia. --Eso te han hecho pensar con la competencia desenfrenada. --Ahora comprendo, Borges te enseñó eso también. Hoy no corro a favor del viento, muerdo los bordes de esta ciudad, y me detengo para interrogarme, cómo pudo sucederme esto, si guardo cualquier intención en el mismo lugar que mi prudencia. Esquivé la presencia y vista de los demás para tocar tus manos. Ahora estamos sentados, esperando por tu autobús. Me dilapido observándote, no te das cuenta de mi intención. La activa curiosidad alquiló un espacio en mis ojos que persiguen cada detalle de ti: tus ademanes, tu figura que anida los sueños y como te vuelve nueva bajo el sol. Continúo observándote ahora más distante, me pregun

Vertical

Cada día, Santo Domingo se aleja de los pueblos A sus lados crecen otras ciudades como extremidades, alas marginales También allí la honda miseria se expande hasta alcanzarlo t o d o incluyendo este texto.

La Memoria de mi Hermana

Las dos niñas Queridísima Lissette: Sabes perfectamente la opinión que sostengo sobre las mujeres y la memoria, siendo más especifico: sobre tu memoria. Hemos caído varias veces en discusiones solamente por establecer la versión de un suceso, por imponer nuestra historia. Casi no te escribo, desde que me diste tu e-mail te he enviado tres o cuatro documentos: Una dieta, Fotos de los perritos, Saludos, Cómo estás… Esta vez utilizaré tu correo para un mejor propósito, te contaré aquí las cosas que sé no recuerdas y estableceré la crónica exacta de los sucesos. La intención de ser madre te hace ligera la culpa de ser amnésica. Regresas lúcida a caminar por los pasillos de tu casa. Tu esposo te ven crecer cada día bajo el sol. El cristal de tu signo recupera brillo cada segundo entre los brazos de tus hijos. !Eres madre! Poco a poco vas a remplazar nuestros recuerdos de infancia por los rostros y ocurrencias de esos angelitos que hoy tengo la suerte de ser su tío. Las reuniones familiares