Lento, no correr siempre, ese es el impulso que tenemos, sin entender que caminando es como el hombre ha construido todo. Caminando con energía, no dejándose envolver en esa carrera hacía la nada.
--Ya llegamos al espacio ¿Dejaremos de volar más alto?
--Sería inútil, no hay nada más allá Silvia.
--Eso te han hecho pensar con la competencia desenfrenada.
--Ahora comprendo, Borges te enseñó eso también.
Hoy no corro a favor del viento, muerdo los bordes de esta ciudad, y me detengo para interrogarme, cómo pudo sucederme esto, si guardo cualquier intención en el mismo lugar que mi prudencia.
Esquivé la presencia y vista de los demás para tocar tus manos. Ahora estamos sentados, esperando por tu autobús. Me dilapido observándote, no te das cuenta de mi intención. La activa curiosidad alquiló un espacio en mis ojos que persiguen cada detalle de ti: tus ademanes, tu figura que anida los sueños y como te vuelve nueva bajo el sol. Continúo observándote ahora más distante, me pregun
Blog sobre artes escénicas