Lo que determina la validez de cualquier actividad social es su relación con el medio donde esta se produce. El Teatro Dominicano ha perdido la relación con su medio, es una práctica que ha extraviado su mirada y solo queda una suerte de cascara, de una cosa externa, SIN METAFÍSICA, es una práctica que no hurga en la barbarie de nuestra cotidianidad, es un movimiento de espalda a el HOMBRE Y MUJER, de este país en un constante sobresalto existencial. La otredad nuestra es adoptiva, estamos prestos, atentos, para escudriñar la alteridad en las dramaturgias foráneas, en el hombre foráneo, ¿Por qué nuestros Dramaturgos, Directores, nuestro Movimiento teatral, no se plantea, una mirada del DOMINICANO actual, del PODER y su mirada light sobre la NACIÓN? La otredad, dialoga con todos y con todas, con la construcción de una mente criminal, ante nuestros ojos, EL DRAMATURGO, EL ACTOR, EL INVESTIGADOR TEATRAL, parece no enterarse, o su nueva mirada no le permite detenerse en la violencia estruc
Blog sobre artes escénicas