Antes decía tener cinco pasiones. Hoy caigo en cuenta de que según algunas definiciones, estas pasiones no son más que vicios. El adicto es alguien que intenta referirse a su experiencia como algo imposible de transmitir. Dice estar cerca de una iluminación profana.
Soy, un confeso adicto al café y como efecto de este; un amante de la vigilia. Un feroz enemigo del sueño reparador. Mi otra adicción es al negativismo, sea cual sea la noción que tengas de esto, yo, como diría una compañera, soy el negativismo hecho hombre. Estimulo con capacidades imaginativas la tragedia. Me deleito en esta inutilidad a mi exigente comunidad. Me aferro a la noción de placer que Foulcault tiene en la toxicomanía. Un punto cerca de la luz.
No caigo en la trampa de las drogas de diseño, ni mucho menos naturales. No poseo esa predisposición al consumo. Detesto las drogas. Por tal motivo no las uso .
Me gusta el café, tan sólo eso. Sí le llamas tóxico al café, te seguiré el juego. Hasta el p
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